“Fotografiar es poner la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje.”
Mi trabajo es mi pasión y aunque suene tópico, ponerme detrás de la cámara para captar esos instantes es lo que me hace sentir viva.
Me gusta definirme como una fotógrafa atípica. Mi formación en Bellas Artes y mis influencias artísticas me han llevado a ser quien soy y a tener un estilo propio, muy definido y personal.
Apostando siempre por una fotografía muy natural y libre de retoques, prefiero centrarme en las emociones, capturando la esencia de cada momento.
Mi fotografía es arte, sentimiento, belleza. Una fotografía con carácter, pero sobre todo, llena de realismo y de vida.
Quien se pone delante de mi cámara sabe que no quedará indiferente. A cambio, les ofrezco unas fotografías únicas, muy distintas a lo que nunca habían visto.
No si queremos ser fieles a nuestra esencia, disfrutando de nuestro trabajo.
Y aunque los comienzos nunca son fáciles, mi principal reto estaba en asumir sin miedos que mi fotografía no era para todos los
públicos.
Por suerte el tiempo pone cada cosa en su lugar, y tras casi doce años detrás de la cámara y un importante proceso de transformación personal y profesional, hoy soy yo la principal abanderada de mi trabajo.
Quiero disfrutar de mi profesión sin ataduras, con total libertad para crear ese clima tan especial donde las personas puedan sentirse únicas, disfrutando como nunca de una experiencia inolvidable, que recordarán para siempre gracias a sus fotografías.