¿Me entregarás todos los archivos fotográficos de mi sesión?
Esta suele ser una de las preguntas que más suelen hacerme los clientes. Y el tiempo pasa, y yo ahí sigo, sin entenderlo.
Por mi propia experiencia te contaré, que en la mayor parte de los casos, las fotografías que no se imprimen, acaban siendo presa del olvido.
Por eso hoy, quiero contarte mi opinión, como siempre muy personal, sobre el misterio de los archivos fotográficos y las fotos en papel.
¿Empezamos?
El gran error y la buena voluntad de los fotógrafos
Voy a entonar aquí el “mea culpa”.
Y es que quizás seamos nosotros lo que hayamos cometido en muchas ocasiones, el error de entregar al cliente todo el arsenal de archivos fotográficos de una sesión, sin pensar que ese material no sólo no servirá de nada a nuestros clientes, sino que además, nos perjudica.
Cantidad VS calidad
En una sesión, se pueden realizar perfectamente más de 1000 o 1500 fotografías, de las cuales, se hace una preselección para después, seleccionar las que definitivamente verán la luz.
En ocasiones, parece que la cantidad prima sobre la calidad, cuando en realidad, debería ser justo lo contrario.
Seamos sinceros… ¿Quién se sienta hoy en día delante de un ordenador a mirar sus fotografías?
«Creo que la respuesta se acaba de dibujar en tu mente»
He tenido clientes que se han puesto en contacto conmigo para decirme que perdieron los archivos, que los extraviaron, o que se les rompió el disco duro y ya no tienen forma de recuperarlos.
Y eso que siempre les aviso de que hagan varias copias de seguridad, pues la tecnología es muy traicionera.
Con un álbum la cosa cambia
Lo cogemos, lo tocamos y lo abrimos. Disfrutamos de otra forma de la fotografía y se convierte en ese vehículo del que siempre hablo, esa máquina del tiempo que realmente nos transporta hacia el momento vivido.
Y nada tiene que ver con las fotos vistas a través de una pantalla.
Siempre les digo a mis clientes: “Si crees que la imagen en pantalla te gustó, cuando veas la fotografía impresa, vas a alucinar”.
El valor de tener un álbum impreso es incomparable con cualquier archivo digital, por muchos que nos entreguen.
Cada vez que llega un nuevo álbum al estudio y veo mis fotografías impresas por primera vez, me invade una sensación indescriptible. Las fotos cobran vida y es justo en ese momento cuando aprecias el trabajo de verdad.
Lo que quiero decirte con todo esto es que la verdadera importancia de una sesión fotográfica no está en la cantidad de archivos enviados, sino en la calidad de las fotografías seleccionadas y trabajadas, esas que sin duda, nunca tendrán competencia.
Los artistas también tenemos derechos
Muchos fotógrafos no entregan todos los archivos, o si lo hacen, ponen marca de agua.
Es algo completamente lógico.
Entregar todos los archivos de una sesión es como entregar todo tu trabajo, un trabajo sobre el que el autor, por cierto, también tiene sus derechos.
En alguna ocasión, he visto como parte de mis fotografías eran retocadas, por ejemplo, en una red social: cambios de color, filtros, retoques…
Me pregunto si esas personas serán conscientes de la cantidad de horas que pasamos los profesionales en el proceso de edición, para que sus fotografías queden perfectas.
Si serán conscientes de que en cierto modo, están faltando el respeto a mi trabajo.
Quiero pensar que no.
Los archivos fotográficos son el resultado de muchas horas de trabajo
Y es que existen unos límites entre la autoría y el respeto hacia el trabajo del fotógrafo, o al menos, así lo siento yo.
Piensa que, aunque los archivos sean tuyos, la autoría del trabajo sigue siendo y será siempre, del fotógrafo que te las hizo.
«¿Las fotografías son tuyas? Sí»
Amplíalas, haz copias, o hasta un edredón si quieres, pero si respeta el trabajo del profesional que ha invertido su talento y su tiempo para que esas fotografías sean únicas. Por favor, no las retoques.
Voy a ponerte un ejemplo para que lo entiendas mejor
Piensa que hay una preselección de modelos en tu ciudad y quieres presentar una de mis fotografías al mismo. ¿Podrías hacerlo? Sí, pero no podrías otorgarte su autoría, pues la obra no es tuya.
«Esto quiere decir que la autoría siempre pertenece al artista, aunque seas tú quien aparezca en la foto»
Entonces… Pía. ¿Entregas o no entregas los archivos fotográficos?
En una sola sesión, puedo disparar más de 1000 fotografías con mi cámara.
De esta primera tirada, escojo aproximadamente un 10%, unas 100, que son las que edito una a una para darles un acabado profesional único.
Las comparto con mis clientes para que realicen su preselección, pero no las envío todas.
Ha habido algunas ocasiones en las que el cliente quiere tenerlas, en cuyo caso, se las envío con un coste adicional.
Mi misión de hoy con este post era explicarte cuál es mi opinión al respecto.
Considero que es importante que conozcas el trabajo que hay detrás de cada sesión fotográfica porque sé que así, podrás valorarlo por ti misma y sacar tus propias conclusiones al respecto.
Si tienes alguna duda o quieres preguntarme algo, adelante, déjame un comentario. Estaré encantada de responderte.
Gracias por estar al otro lado.
Pía.